La vida és un espejo, cada vez es más la gente que entiende
esto y que lo tiene en cuenta. Eres lo que ves.
Todos hemos pasado por situaciones en las que habríamos
deseado desaparecer, bien porque fueron muy dolorosas o bien porque se nos
repite un mismo patrón a lo largo de nuestra vida y no entendemos muy bien el
porqué.
Se suele decir que la liberación llega después de una crisis
vital, porque és en ese momento cuando nos planteamos qué és lo que estaremos
haciendo mal.
El problema es que el ego del ser humano nos lleva a pensar
que el error está en los demás, y buscamos en ellos las respuestas.
Pero llega un momento en el que somos capaces de ver más
allá, de hacer un poco de autocrítica y mirarnos a nosotros mismos. És así como
mucha gente se ha encaminado hacia la liberación o sanación emocional.
Lo primero que debemos tener en cuenta para ello es:
-Cada uno crea su propia realidad:
En realidad, nada es
real, todo forma parte de la proyección de nuestro subconsciente. Así como los
ojos son una mera herramienta para proyectar las imágenes que previamente han
captado nuestro subconsciente, cada uno crea la realidad de la que está
programado.
És por este motivo por el que las personas optimistas parecen tener
más suerte, y a las personas negativas parece que nunca se les acaben los
problemas. Al igual que nuestros ojos proyectan, nuestra mente también lo hace,
y lo hace continuamente sin que seamos conscientes. Nos proyectamos hacia los
demás. Mostrándoles nuestros miedos. En este caso la familia siempre te
mostrará tu sombra, ese lado oscuro que todos llevamos dentro pero que por
cultura y convencionalismos sociales no solemos reconocer. No son tus enemigos,
son tus maestros. Lo que juzgas de las personas es lo que juzgas de ti mismo.
El universo nos recrea ciertas situaciones para que aprendamos de ellas. En
este caso, nos enseñan cómo somos en realidad y a aceptarnos tal cual somos.
La
pareja es el espejo por excelencia, de la misma forma que se ha comprobado que
los perros también hacen de espejo, de ahí el dicho de que los perros se
parecen a los dueños.
-Todo lo que juzgo de los demás, és lo que reprimo de mi
mismo:
Importantísimo, todo lo que juzgas está en ti. Una persona realmente
sanada emocionalmente no juzga. Si juzgamos a alguien por ser muy liberal, tal
vez sea porque nosotros nunca hemos sabido serlo como nos gustaría, no nos
hemos sentido libres, por eso al verlo en otra persona lo juzgamos.
Si juzgamos
a alguien por su éxito, és porque nosotros no nos consideramos capaces de
lograrlo.
El universo te pondrá delante a estas personas continuamente, sólo
para que aprendas que si él puede, tú también. El problema es que nos dedicamos
a juzgar, en vez de a aprender.
-Cuántas más cosas buenas hago, menos me lo valoran:
Grave
error. Muchas veces no nos damos cuenta y hacemos cosas buscando la aprobación
de los demás, normalmente de alguna persona querida. Y basta que lo hagamos
para que no se nos valore. Eso és porque no debemos hacer lo que se espera de
nosotros. Debemos hacer las cosas desde el fondo. Dar es recibir, si damos con
el corazón, recibimos siempre. No digo que las cosas se hagan de mala gana,
pero buscando el reconocimiento de los demás, nunca. Debemos ser conscientes de
nuestro poder, querernos, valorarnos y respetarnos. Porque toda esta seguridad
en ti mismo la estás proyectando. Y si proyectas seguridad, los demás confiarán
en ti. Si te respetas, te respetarán. Pero todo empieza por ti mismo. No
podemos esperar de los demás lo que no hemos sido capaces de cambiar en
nosotros.
Hay que tomar conciencia de todo esto, no es fácil porque
tenemos un ego que a veces nos pone contra las cuerdas, pero se consigue.
La abundancia existe. Si tu te crees capaz de conseguir
algo, lo harás. Todo es energía, todo se atrae o se repele. Si quieres algo de
corazón, lo conseguirás.
Recuerda: La vida es un espejo, eres lo que ves.
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interés en que trate algo en concreto, será un placer escucharos para tenerlo
en cuenta!